Ortega y Gasset decía en uno de sus libros que la vida de un ser humano es una continua elección; esto o aquello, arriba o abajo, sí o no, mi beneficio o el de otro.Y a veces, la coyuntura surge la víspera de irse uno con la mochila a trotar por el mundo. Es dificil tanta coincidencia, pero los hechos demuestran que no es imposible.
Vamos, que no nos vamos a las Rumanías, al menos este año. Alca (Conchita Cans D'Aragón viuda de Aston) está enferma y nos quedamos a cuidarla.
Son ya 14 años, una larga vida para un perro y más para un boxer; la artrosis está haciendo estragos en ella y necesita cuidados.
Hemos elegido, nos quedamos con ella el tiempo que le quede; como dice Raúl, en caso contrario ella hubiese hecho lo mismo y, además, Rumanía lleva ahí muchos años. Puede esperar uno más, seguro que no se mueve demasiado.

Por mi parte, agradecer los múltiples y sinceros ofrecimientos para cuidar a Alca durante nuestra ausencia, amigos y famila (únicamente Cáritas ni el Santo Refugio no ha llamado, que ya les vale)
Hacer una mención especial -se que le voy a sacar los colores- a Raúl, la otra parte de este blog. Por su cariño hacia los animales, por poner todos sus conocimientos de veterinaria para intentar mitigar el sufrimiento de nuestra compañera de viaje, y por no dudar en permanecer aquí. Gracias por elegir, el primero.
Decir, finalmente, que la semana del Pilar intentaremos huir de Zaragoza si las circunstancias lo permiten. Una bonita casa rural por las faldas del Moncayo, algo no muy lejano dado que tendremos que trasportar a los cánidos.
Permanecer aquí durante las fiestas con el riesgo de que nos pase una charanga por la puerta o de una diana floreada puede quebrar nuestros nervios.